La nobleza con su poder en los Estados Generales siguió rechazando, junto con el clero, cualquier idea que los pudiera perjudicar, afectando cada vez más al
campesinado, alimentando cada vez más el descontento social que había. El punto
de quiebre para el campesinado fue la subida del precio del pan en el invierno
de 1789 lo cual provoco una serie de revueltas y disturbios que fueron la
chispa para el inicio de la Revolución.
“La
nobleza francesa era, ni más ni menos, un grupo social en declive” (Roger Price
1998) principalmente por el odio que sentía la burguesía por ellos, debido a la
evasión de impuestos que tenían, y porque las decisiones del parlamento eran
pensadas principalmente para el beneficio de la nobleza, perjudicando mucho al
campesinado.
En el preámbulo de la Constitución francesa
dice: “Ya no hay ni nobleza, ni títulos de pares, ni distinción hereditaria, ni
distinciones de órdenes, ni régimen feudal” se debe recordar, que uno de los
objetivos de dicha constitución y de la revolución en sí, era eliminar todo
rastro de régimen feudal de Francia, bajo el cual llevaban siglos sometidos. Además
también se reconoce que la soberanía reside en la Nación, es decir, que es la
Nación la dueña y soberana de sus destinos, no el rey como hasta entonces.
La redacción de esta constitución fue uno de
los factores que dispararon el declive de la nobleza, tanto así que con esta se
dejo por fuera al rey como poder del pueblo, y esto dio un nuevo significado a
la palabra nación.
El declive de la nobleza fue diferente dependiendo
de los cargo que se tenían, por ejemplo, a los nobles bajos, casi no se les dio
mucha purga, dicho sea de paso eso se debió a que ellos no ostentaban poder en
realidad, solamente los que tuvieran mucha tierra, por lo cual se procedió a
saquearlos de ellas en algunos casos. Mientras tanto la nobleza alta fue la más
afectada, se les limito el poder en los Estados Generales, y con el paso del
tiempo se derroco completamente la monarquía con la ejecución de Luis XVI y
María Antonieta.
A partir de estas circunstancias las personas
tendían a negar su relación con la nobleza, cosa que en el pasado más bien
ostentaban. Y el prestigio de la misma quedo en el olvido hasta la era napoleónica,
el cual logro alzar, apenas, el prestigio de la misma. (Para más información
acerca del tema véase http://elpequenonapoleon.blogspot.com)
Bibliografía
Price, Roger. (1998). Historia de Francia. Madrid.
Cambridge University Press.
Rafael Ballén, Universidad Libre, Bogotá,
D.C
Mientras a a ellos no les afectara, no les importaba nada de lo que pasara con las otras clases, pues como era el máximo poder podían tener de todo, sin importar el precio.
ResponderEliminarSí, y no, pues bien sí eran bastante egoístas, habían otros bastante desinteresados, que más bien se preocupaban por hacer el bien para el pueblo, pero la codicia es un mal que a afectado a los dirigentes siempre, y las voz de unos cuantos no va a detenerla. Este tipo de fenómeno se ve también con los políticos actuales, prefieren ganar y tener ellos a pesar de llevarse por delante al pueblo que representan.
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