Poder, Prestigio y los Estados Generales


                Para la nobleza  “La herencia engendraba la fuerza y lustre de una familia” (Sauvigny, G De Bertier)

El Antiguo Régimen es un sistema político, social y económico por el cual una minoría privilegiada –nobleza y clero- ostenta todos los cargos públicos y no paga impuestos. En el Antiguo Régimen, más especificamente en los estados generales los poderes estaban divididos en Clero, Nobleza, y tercer Estado, el cuál representaba al resto de la población francesa. De estas tres órdenes “la más artificial y poderosa era la nobleza” (Rafael Ballén). Sus opiniones en los estados generales tenían un peso invaluable, tal fue el caso de cuando Luis XVI propuso una solución para los problemas económicos del país, y la nobleza, seguida por el clero, se negaron a esta ya que los iba a obligar a pagar sus respectivos impuestos.


Un evento importante sucedido en 1789, fue la restructuración constitucional del Estado por medio de la Asamblea Nacional, no por esto luchan las clases burguesa contra la nobleza, sino lucharon las élites ilustradas y liberales de los tres estamentos, principalmente la burguesía, contra los representantes del antiguo orden político y social, los cuales eran, sobre todo, nobles, pero que también contaban con la burguesía propietaria de tierras. Estos movimientos realizados principalmente contra todo tipo de privilegios, para así intentar la igualdad y la seguridad personal en la legislación. (Eberhard Schmitt. 1985) Todo esto como consecuencia a la decadencia que sufría el Antiguo Régimen, considerado como un aparato ejecutivo burocrático de la aristocracia feudal, que refleja, por lo general, la situación de sus intereses. (Eberhard Schmitt. 1985) Viéndose la nobleza beneficiada por las disposiciones legales del Estado, asegurándole impermeabilidad.

Un problema es que el parlamento solamente estaba constituido por el Clero y la Nobleza y tenía solamente un 3% de representación del Tercer Estado, y cualquier voto de este podía ser abolido por las otras dos entidades. “El antiguo régimen presentaba un absolutismo monárquico, el rey ejercía las tres funciones jurídicas que tenía el estado, legislativo, ejecutivo y judicial” (Rafael Ballén) de la mano del rey para cumplir todas sus funciones estaban el clero y nobleza, en las cuales delegaba la mayoría de sus funciones.

En el siglo XVIII es notorio el prestigio con el que contaba la nobleza, ya que “la burguesía trataba de acceder a la respetabilidad mediante la compra de tierra, o de títulos de oficiales reales que confieren a sus poseedores una nobleza susceptible” (Michel Vovelle 1984), esto debido a que la nobleza a lo largo del siglo, y sobre todo después de 1750, se ve beneficiada con el ascenso de la tierra.

La nobleza en cuanto a orden gozaba de varias fuentes de riqueza y de poder corporativo como lo eran los privilegios señoriales y fiscales, el estatus que acompañaba a la insignia de eminencia, y el acceso exclusivo a una serie de puestos oficiales.

El poder con que contaba la nobleza, es evidente con el hecho de que la mayoría de los nobles obtenían de la tierra una parte significativa de su riqueza y que a pesar de que solo poseía en total aproximadamente un tercio de las tierras de Francia, ejercía derechos señoriales sobre el resto del territorio.


Bibliografía
Vovelle, Michel. (1984). Introducción a la historia de la revolución francesa. España. Editorial Crítica, S.A.

Rafael Ballén, Universidad Libre, Bogotá, D.C
Voz “Nobleza”, en “Enciclopedia universal ilustrada”. Ob. Cit. También de Sauvigny, G De Bertier “Historia de Francia” pág.: 90

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